Sukai Kurora - The Sky Crawlers (Mamoru Oshii, 2008)
Kannami Yuichi es un piloto trasladado a una facción de su ejercito para sustituir a uno de los caídos. La curioso de este ejército es que sus combatientes son todos adolescentes, los Kildren, adolescentes muy cualificados y con mucha experiencia. A medida que se van sucediendo los ataques, Yuichi va conociendo mejor a sus compañeros y eso hace que se dé cuenta de que no está ahí por casualidad y que todo lo que pasa nunca dejará de pasar.Me jode mucho decirlo porque Oshii es uno de mis directores preferidos, pero en este caso se sacó de la manga un ladrillo de 2 horas que por no ser, no es ni original. Una película exageradamente lenta, con unos personajes muy planos y arquetípicos que cuando hablan te quieres morir. Normalemente las películas de Oshii siguen un esquema muy trascendental o metafísico, y esta quiere (pero no puede) ser algo así. El caso es que tienes que esperar alrededor de una hora para ver que pasa algo interesante y eso no es bueno en un film que no cuenta demasiadas cosas. Cuando llega lo interesante te llevas un palo, temas manidos y filosofía barata te llenan las orejas pero no el espíritu, cosa que el director siempre intenta en sus películas.
Pero no todo es malo, lo raro es que en este caso la virtud de la película es en lo que suelen pecar otras que intentan hacer lo mismo. La animación fusiona 3D-CGi con la manual de toda la vida, una fusión muy lograda y aparente. Las escenas de luchas aéreas son impresionantes técnicamente y los diseños en 3D están bastante bien. La animación 2D es ciertamente buena (pena el diseño de personajes, sólo se salvan dos o tres) y al ser un conjunto que usa colores tierra mayormente, el 3D integrado no da tanta grimita como en otras producciones, lo cual era de suponer siendo una película de la productora I.G., muy experimentada en este tipo de animación. Y bueno, la dirección, pese a la parsimonia de la trama, es bastante buena, se reconoce bien de quién es y eso a un fan de Oshii siempre le congratula.
Y como no podía faltar siendo una pelicula de Mr. Oshii, la música corre de la mano de Kenji Kawai, dando como resultado un ambiente lánguido en el que unos personajes tan "sin sangre" se integran perfectamente. Buena BSO pero muy similar a todas las de Kenji.
Dos detallitos más. Durante la película aparece en bastantes ocasiones un perro de la raza Sabueso francés (creo), raza de perros también vista en Ghost in the Shell y en Avalon, otras dos de Oshii. Al final de los créditos hay más película, algo previsible pero bueno, no está demás para mentes poco claras.