Desbrozando el universo - Las Monstruoplantas (Jayce et les Conquérants de la Lumière, 1985)

En este tercer interesantísimo post veraniego, voy a desvelar el final de una de las series -no japonesa- que seguramente haya sido la causante de que pequeños protoseres arraigasen, aún más profundamente, a ese pequeño friki que ya crecía en sus interiores. Jayce et les Conquérants de la Lumière, Jayce and the Wheeled Warriors, Jayce y los guerreros de la luz o como la conocían todos los que la conociesen, ¡LAS MONSTRUOPLANTAS!.



Mítica, mítica, pero desafortunamaente azotada por el yugo de la sociedad capitalista que la parió como subproducto de una serie de juguetes (de Mattel), que en un alarde de suprema inteligencia fueron lanzados antes que la serie, perdiendo de esa manera el tirón que podía haberles dado ésta. Además, al parecer, la historia inventada para los juguetes y la creada para los dibujos eran algo diferentes, lo cual hizo que los simples cerebros de los niños con mocos no supiesen relacionar una cosa con la otra, ¡tres puntos!.

El caso es que la serie fue cancelada en el episodio 65 y nunca se supo si Jayce encontró a su padre y fue, al fin, capaz de desbrozar el universo. Pues NO, ahora lo sé y todo gracias a la Wikipedia y a un artículo digno de la Frikipedia. Pues bien...
Jayce se reúne con los componentes originales de la Fuerza Luz para que lo entrenen en el noble arte de la jardinería y así poder podar a todas las Monstruoplantas. Cargado con todo el odio del universo, después de enterarse de que su padre había sido asesinado por el malo malísimo de Discord (¿tanto royo-Marco para esto?), Jayce se envalentona y va en su busca para, en épica y barbárica lid, deshojar a su hidrocefálico enemigo. ¿A que nadie lo hubiera imaginado?.
Desvelado esto, mi misión ha sido cumplida. Pondría links para bajar la serie, pero como muy bien dice este gordo, sólo hay una edición integra en francés (anda por el emule) y otra en inglés de 5 episodios, así que no me molesto. Eso sí, la canción del opening que mola mucho, la subo en su versión larga... ¡ALLEZ, ALLEZ!




No hay desperdicios

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